Al norte de Benicarló (Castellón) hasta llegar al término de Vinaroz, resiste contra viento y marea (nunca mejor dicho) uno de los poquísimos retazos de litoral de la Comunidad Valenciana, libre de lamentables artefactos turístico-residenciales. El Ayuntamiento revisaba por aquel entonces su planeamiento y, como no podía ser de otra manera, un fantástico plan para construir ¡ocho mil apartamentos! amenazaba el lugar. La Consellería nos encargó una solución más adecuada para el lugar (cosa realmente fácil, considerando lo que tenía previsto el planeamiento en redacción)
La cosa no llegó a más. La crisis se llevó por delante las intenciones constructoras de almacen de veraneantes y los presupuestos de la Generalitat para estas cosas durante los próximos docientos años.
Estos es lo que queda para el recuerdo y los cajones:
Ordenación del Frente Litoral entre Benicarló norte y Vinaroz sur (Castellón)
